Los «fantasmas» de las tormentas, en otros mundos

La existencia de los «duendes» de las tormentas fue descubierta hace unas décadas en las capas altas de la atmósfera, a una distancia de 48 a 88 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Se trata de fenómenos eléctricos fugaces y luminosos con forma de zanahoria o columna que posiblemente pueden estar detrás de algunas visiones de ovnis y que, lo que es más importante, pueden suponer una ventana abierta a la composición de nuestra atmósfera y a laaparición de la vida. Muy escurridizos, fueron grabados mediante vídeo de alta velocidad por primera vez en Europa hace tan solo un año. Ahora, investigadores de la Universidad de Tel Aviv han descubierto que estos «fantasmas» o «sprites» no son un fenómeno exclusivo de nuestro planeta, si no quetambién se encuentran en las atmósferas de Júpiter, Saturno y Venus.


ABC.ES / MADRID


A pesar de que es un fenómeno atmosférico poco conocido, los duendes de las tormentas son muy comunes en la Tierra. Como se producen en la mesosfera -la capa de la atmósfera que no es observada regularmente por los satélites y es demasiada alta para ser alcanzada por los globos atmosféricos- el descubrimiento de estas descargas eléctricas, que son de color rojo y duran apenas unas decenas de milisegundos, fue un golpe de suerte.
A los rayos, como generadores de moléculas orgánicas, se les atribuye una importante contribución a la «sopa primordial» que, de acuerdo con a las actuales teorías, dio lugar a la aparición de la vida en la Tierra. Por este motivo, los investigadores están interesados en cómo se producen estos fenómenos en otros planetas, ya que pueden indicar la presencia de vida extraterrestre.

En los ojos de la Cassini

Para probar la viabilidad de estos «duendes» en otros planetas, los investigadores recrearon las atmósferas de Júpiter, Saturno y Venus en pequeños recipientes. Para ello, un circuito que genera pulsos cortos de alto voltaje producía una descarga que simulaba los «duendes» naturales. «Hemos creado 'duendes' en una botella», dice Daria Dubrovin, responsable de la investigación. Las imágenes de estas descargas, conocidas como serpentinas, fueron tomadas por una cámara rápida y sensible, para luego ser analizadas. Factores como la cuantificación del brillo, color, tamaño, radio y velocidad podrían ayudar a los investigadores a medir el poder de esos rayos en otros planetas.
Dubrovin cree que las predicciones de su equipo podrían convencer a los científicos que operan la nave espacial Cassini -ahora en órbita alrededor de Saturno- para que apunten sus cámaras a una nueva dirección. Actualmente, la enorme tormenta eléctrica que sacude Saturno puede producir 100 descargas eléctricas por segundo, un raro evento que ocurre aproximadamente una vez en una década. El color de estas explosiones de energía eléctrica indica qué tipo de moléculas están presentes y pueden explicar la presencia de compuestos exóticos, al mismo tiempo que proporcionan información sobre la conductividad de las lejanas atmósferas planetarias.
Esta investigación fue presentada en octubre en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria en Francia.

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