Venus


Planeta Venus

Venus es el segundo planeta desde el Sol, y el sexto en tamaño. Su órbita es la más circular de todos los planetas, con una excentricidad menor del 1%.
órbita: 108.200.000 km (0.72 UA).
diámetro: 12.103,6 km.
masa: 4.869e24 kg.
El hombre ha conocido el planeta Venus desde los tiempos prehistóricos, debido a que es el objeto más brillante en el cielo, con la excepción del Sol y la Luna.
La primera nave espacial en visitar Venus fue la Mariner 2, en 1962.
Posteriormente ha sido visitada por muchas otras (más de 20), entre las que cabe destacar Pioneer Venus y las soviéticas Venera 7, que fue la primera nave espacial que aterrizara en otro planeta, y Venera 9, que fue la primera en enviar una fotografía de su superficie.
Más recientemente, la nave espacial americana Magellan envió una serie de detallados mapas de su superficie conseguidos mediante el radar.
La rotación de Venus es bastante peculiar, ya que es muy lenta (un día de Venus equivale a 243 días terrestres) y además es retrógrada.





Venus ha sido considerado a menudo como el planeta gemelo de la Tierra. En algunos aspectos son muy semejantes:
Venus es sólo un poco menor que la Tierra (95% del diámetro de la Tierra, 80% de su masa).
Ambos tiene muy pocos cráteres, lo que indica superficies relativamente jóvenes.
Sus densidades y composiciones químicas son similares.
Debido a estas similitudes, se creyó que debajo de sus densas nubes, Venus sería muy parecido a la Tierra y que incluso podría haber vida.
Pero, desgraciadamente, ulteriores estudios han revelado que en muchos, y muy importantes apectos, Venus es radicalmente diferente que la Tierra:
La presión de la atmósfera de Venus en su superficie is de 90 atmósferas (equivalente a la presión existente bajo 1 km en los océanos de la Tierra). Está compuesta principalmente de dióxido de carbono.
Existen distintas capas de nubes de muchos kilómetros de espesor, compuestas de ácido sulfúrico. Estas nubes obscurecen por completo nuestra visión de su superficie.
Esta atmósfera tan densa produce un efecto de invernadero extremo, que eleva la temperatura de Venus desde unos 120 ºC hasta más de 470 ºC (suficiente como para fundir el plomo). La superficie de Venus es más caliente que la de Mercurio, a pesar de estar a doble distancia del Sol que este último planeta.

Los vientos que hay en la parte alta de las nubes son muy fuertes (350 kph), pero los que hay en la superficie son muy lentos, de tan sólo unos pocos kilómetros por hora.
Probablemente Venus tuvo en el pasado grandes cantidades de agua, al igual que la Tierra, pero toda ella se evaporó hace mucho. La Tierra hubiera sufrido el mismo destino si hubiera estado un poco más cercana al Sol.
La mayor parte de la superficie de Venus consiste en suaves llanuras, con muy poco relieve. Hay también varias depresiones muy extensas (las planicies de Atalanta, Guinevere y Lavinia).
Existen dos grandes mesetas: la Terra de Ishtar, en el hemisfero norte (del tamaño de Australia) y la Terra de Afrodita, a lo largo del ecuador (del tamaño de Sudamérica).
Las imágenes obtenidas por radar desde la nave Magellan muestran que una gran parte de la superficie de Venus está cubierta por emanaciones de lava. Hay varios grandes volcanes, tal como el de Sif Mons (ver a la derecha).
Recientes descubrimientos indican que Venus es todavía volcánicamente activo, pero sólo en algunos puntos calientes. En los últimos cientos de millones de años ha estado relativamente en calma, desde el punto de vista geológico.
No hay cráteres pequeños en Venus. La razón de ello parece ser que los meteoritos pequeños se queman en la densa atmósfera de Venus, antes de alcanzar su superficie. En las ocasiones en las que sí se encuentran cráteres, están éstos agrupados, lo que indica que los meteoritos grandes que sí alcanzan la superficie se rompen antes en varios trozos en la atmósfera.
El interior de Venus es probablemente muy similar al de la Tierra: un núcleo de hierro de unos 3.000 km de radio.
Venus no tiene campo magnético, quizás debido a su lenta rotación. Tampoco tiene satélites.
Venus es a menudo visible a simple vista. Ha sido llamado, de manera harto impropia, la “estrella de la mañana”, pues es, con mucho, la “estrella” más brillante del firmamento.



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