La imagen más profunda jamás obtenida de Orión

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión». Es la famosa frase de Roy, un «replicante» de «Blade Runner», la película de culto de Ridley Scott. Naves en llamas precisamente no han aparecido, pero gracias al instrumento HAWK-I, instalado en el telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, los astrónomos han podido observar las profundidades del corazón de la nebulosa de Orión como nunca antes se había hecho. Y, en efecto, lo que sí revela la espectacular imagen, además de su insólita belleza, son algunas cosas inesperadas: una abundancia de enanas marrones y objetos de masa planetaria nunca antes registrada. Este descubrimiento también puede indicar que la historia de la formación estelar en Orión no es como nos la han contado.

La famosa nebulosa de Orión, de unos 24 años luz de tamaño, se encuentra en la constelación del mismo nombre y es visible desde la Tierra a simple vista: parece una mancha borrosa en la espada de la constelación. Algunas nebulosas, como esta, están fuertemente iluminadas por la radiación ultravioleta de las numerosas estrellas calientes de su interior, de manera que el gas se ioniza y brilla intensamente.
La relativa proximidad de la nebulosa de Orión hace que sea utilizada como un laboratorio de pruebas para entender mejor el proceso y la historia de la formación estelar, así como para determinar cuántas estrellas de masas diferentes se forman.
«Para poder limitar las teorías actuales sobre formación estelar es muy importante comprender y conocer cuántos objetos de baja masa se encuentran en la nebulosa de Orión. Ahora somos conscientes de que la manera en que se forman estos objetos de muy baja masa depende de su entorno», explica Amelia Bayo, de la Universidad de Valparaíso en Chile y el Instituto Max-Planck de Astronomía en Königstuhl, Alemania.

algunos aspectos destacados de la nueva y espectacular imagen de la región de formación estelar de la nebulosa de Orión- ESO/H. Drass et al
Lo interesante de esta nueva imagen es que revela una inesperada riqueza de objetos de baja masa, lo que a su vez sugiere que la nebulosa de Orión puede estar formando, en proporción, muchos más objetos de baja masa que otras regiones de formación estelar más cercanas y menos activas.

Formación de estrellas

Los astrónomos cuentan cuántos objetos de diferentes masas se forman en regiones como la nebulosa de Orión para tratar de entender el proceso de formación de estrellas. Antes de esta investigación, la mayor parte de los objetos encontrados tenía masas de alrededor de un cuarto de la masa de nuestro Sol. «El descubrimiento de una plétora de nuevos objetos con masas muy inferiores ha creado ahora un segundo máximo, con masas mucho más bajas en la distribución total de estrellas», explican desde ESO en un comunicado.
Estas observaciones también sugieren que el número de objetos de tamaño planetario podría ser mucho mayor de lo que se pensaba. Aunque la tecnología para observar fácilmente estos objetos aún no existe, el futuro E-ELT (European Extremely Large Telescope) de ESO, que comenzará sus operaciones en 2024, está diseñado para perseguir objetivos como este.
«Para mí, nuestros resultados son como un vistazo a una nueva era de las ciencias que estudian la formación de planetas y estrellas. El enorme número de planetas que flota libremente en nuestro actual límite de observación me está dando esperanzas para creer que, con el E-ELT, vamos a descubrir una gran cantidad de pequeños planetas del tamaño de la Tierra», dice el investigador principal del equipo, Holger Drass, del Instituto de Astronomía de la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania, y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es para estar expectantes.

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