El paso de un cometa muy cerca de Marte atrajo la atención de los astrónomos
Un cometa se aproximó de manera inusual a Marte, pasándole a una distancia de 139.500 kilómetros, cifra que en términos espaciales se vuelve significativa para estudiar el impacto del roce entre cuerpos celestes, en un fenómeno que no volverá a apreciarse hasta dentro de un millón de años, cuando el asteroide complete su recorrido alrededor del sol.
Se trata del cometa Siding Spring, que "rozó" Marte ayer, deslumbrando a los entusiastas del espacio, a una distancia muy corta que equivale a un tercio del camino entre la Tierra y la Luna.
En el momento de mayor acercamiento, a las 15.27 hora de Argentina, el cometa se movía a 203.000 kilómetros por hora, según datos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). Los científicos dijeron que el paso del cometa, también conocido técnicamente como C/2013 A1, ofreció una oportunidad única para estudiar su impacto en la atmósfera de Marte.
La agencia espacial estadounidense utilizó más de 16 aparatos para observar muy de cerca el vuelo del cometa con toda su flota de sondas espaciales y vehículos marcianos, junto con el Telescopio Espacial Hubble y decenas de instrumentos en Tierra.
"Los tres orbitadores de Marte confirmaron que están sanos después de refugiarse detrás del planeta tras el paso del cometa", informó ayer en Twitter la NASA, en referencia a las sondas Odyssey, MAVEN y Mars Reconnaissance Orbiter, que monitorean al planeta rojo.
En la imagen que publicó la agencia espacial en la red social se observa cómo las sondas se alinearon detrás de Marte para protegrese del polvo del cometa, en una posición que les permitió recopilar datos sobre este paso de escala astronómica.
Siding Spring pudo ser visto cuando se aproximaba al planeta rojo dejando tras de sí una nube de residuos. Y mientras se precipitaba por el espacio creó una lluvia de meteoros y residuos, principalmente polvo y guijarros, que los científicos temieron que dañaría el valioso material que se encontraba orbitando.
Se trata del cometa Siding Spring, que "rozó" Marte ayer, deslumbrando a los entusiastas del espacio, a una distancia muy corta que equivale a un tercio del camino entre la Tierra y la Luna.
En el momento de mayor acercamiento, a las 15.27 hora de Argentina, el cometa se movía a 203.000 kilómetros por hora, según datos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). Los científicos dijeron que el paso del cometa, también conocido técnicamente como C/2013 A1, ofreció una oportunidad única para estudiar su impacto en la atmósfera de Marte.
La agencia espacial estadounidense utilizó más de 16 aparatos para observar muy de cerca el vuelo del cometa con toda su flota de sondas espaciales y vehículos marcianos, junto con el Telescopio Espacial Hubble y decenas de instrumentos en Tierra.
"Los tres orbitadores de Marte confirmaron que están sanos después de refugiarse detrás del planeta tras el paso del cometa", informó ayer en Twitter la NASA, en referencia a las sondas Odyssey, MAVEN y Mars Reconnaissance Orbiter, que monitorean al planeta rojo.
En la imagen que publicó la agencia espacial en la red social se observa cómo las sondas se alinearon detrás de Marte para protegrese del polvo del cometa, en una posición que les permitió recopilar datos sobre este paso de escala astronómica.
Siding Spring pudo ser visto cuando se aproximaba al planeta rojo dejando tras de sí una nube de residuos. Y mientras se precipitaba por el espacio creó una lluvia de meteoros y residuos, principalmente polvo y guijarros, que los científicos temieron que dañaría el valioso material que se encontraba orbitando.
El cometa, descubierto por Robert McNaught en el observatorio australiano Siding Spring en enero de 2013, proviene de la llamada Nube de Oort, una enorme región esférica que se encuentra en los límites del sistema solar, lejana a los planetas y a medio camino de las estrellas más cercanas.
El cuerpo celeste, que tiene un núcleo de 1,6 kilómetros de diámetro, ha viajado durante más de un millón de años hasta pasar por primera vez cerca de Marte, y no regresará hasta dentro de otro millón de años, cuando complete su próximo largo bucle alrededor del Sol.
El cuerpo celeste, que tiene un núcleo de 1,6 kilómetros de diámetro, ha viajado durante más de un millón de años hasta pasar por primera vez cerca de Marte, y no regresará hasta dentro de otro millón de años, cuando complete su próximo largo bucle alrededor del Sol.
Fuente: clarin.com
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