Tormentas solares: Por qué se producen y cómo actuar frente a una de ellas

Usualmente se asocia a las tormentas solares con la destrucción de aparatos tecnológicos en la Tierra, e incluso se cree que una de gran escala podría dejarnos sin suministro de agua.





Comúnmente denominadas tormentas solares, estos fenómenos forman parte del clima espacial, y su aproximación más correcta es la de tormenta geomagnética.
Una tormenta solar se puede producir por una onda de viento solar o una eyección de masa coronal.
La radiación puede viajar en 2 direcciones, y si se dirige hacia el norte, rebotará en la magnetósfera de La Tierra, que actúa como un escudo protector.
Sin embargo, dicha onda puede causar serios daños si su campo magnético se dirige hacia hacia el sur, e incluso puede dañar la mayoría de los aparatos eléctricos y sistemas de comunicación.
De esta forma, una tormenta solar intensa libera altos niveles de energía particulada, la cual puede causar el mismo tipo de envenenamiento por radiación que produce la energía nuclear en dósis pequeñas.
A modo de ejemplo, en marzo de 2012 un reporte de la NASA indicó que la energía emanada de una tormenta solar podría haber alimentado todos los hogares de Nueva York por 2 años consecutivos.

De esta forma, en 2006 la NASA publicó una advertencia sobre estas erupciones solares.
Pese a que no son frecuentes, durante 2012 se espera que ocurran la mayor cantidad de tormentas geomagnéticas, las cuales constituyen un peligro real para nuestros hogares.
Incluso la NASA cree que habrán más tormentas solares durante 2013, posiblemente en el mes de mayo, la cual podría literalmente derretir todas nuestras posesiones eléctricas.

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